Maestría y aprendizaje interiores Simbología

Laura González Palacios
Directora de Chiquita Room
28 Ene 2021
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La tarde del 5 de enero y un año más desde que vivo en esta habitación, celebramos la Noche de Reinas y tarot para confiar nuestras intenciones a las cartas a través de tres mujeres visionarias, que conocen bien el tarot psicológico y sus arquetipos. Susanna y Saya desde la galería en Barcelona, y Cecilia online desde Lisboa, nos acompañaron para empezar el año con claridad a la hora de abordar propósitos, con confianza para conectar con nuestros recursos y con curiosidad para vivir lo que nos depare el 2021. En la tirada en cruz, la carta de El Juicio se colocó en la postura de tesis, donde debemos enfocarnos, en la antítesis La Papisa, en la síntesis El mundo y en el lugar de consecuencia, El Emperador. La carta clave de la tirada, que se sitúa en el medio, El Papa. Esta lectura parece que nos abre la puerta a un año en que debemos conjugar la maestría y el aprendizaje, con la habilidad de ser puentes entre la divinidad y lo mundano. Una elevación en el plano práctico de la vida nos puede ayudar a ser conscientes de trascender a una realidad superior, para aprender de ella.

 

 

El Juicio

La carta de El Juicio, el arcano número 20, anuncia una verdad eterna e irrefutable. Es un renacer de la oscuridad que llama a la unión de los contrarios (el hombre y la mujer que representan el aspecto masculino -acción- y el femenino -recepción) y nos invita a renunciar al juicio, a dejar de comparar. De una forma individual debemos encontrar los valores que nos permiten integrar, aunar, no ver diferencias, no discriminar… O vernos semejantes en las diferencias, en todo caso. Esta carta nos pide dejar de juzgar y pasar a la acción con solidaridad. Da igual de qué color eres, de qué país eres, de qué partido político… Eso es irrelevante, puesto que lo que nos une es algo mucho más importante, que ahora mismo no podemos obviar.

La Papisa

La Papisa, o Suma Sacerdotisa, nos trae simbólicamente la información de nuestra energía femenina, más amorosa y compasiva, de aceptación del otro, a la vez que nos conecta con la reclusión, el aislamiento, también el estudio. Es una invitación a cultivar el conocimiento desde el corazón, a establecer una conexión con lo superior o universal y a empezar a gestar una idea o ideal que se corresponde con lo que nos mueve profundamente. Es una carta de servicio, desde un enfoque más pasivo. El amor no siempre debe ser algo que resulte de una acción, a veces la no acción es una acción en sí misma. Este amor es un dejar ser: dar la libertad total al otro para ser como es. En la carta se ve a la figura tras unos velos, que nos remiten a aquellos ídolos que pueden nublar un poco nuestra vista. Si vamos hacia el mundo después de abandonar el juicio, debemos conectarnos con lo esencial. La Papisa nos invita a romper el velo y, en la posición de antítesis, a salir del refugio para afrontar aquello que debemos superar, para aplicar nuestra sabiduría interna al mundo, para trascender la individualidad o el autoconcepto. Lo que vivimos en el 2020 nos hizo darnos cuenta de cuán unidos estamos los seres humanos, de que no hay fronteras. Ya no existe el beneficio individual, sino de todo el mundo en lo esencial. Esta nueva era tiene más que ver con la experiencia de que el otro también somos nosotr@s y nos abre a una trascendencia al individualismo.

El mundo

La carta de El mundo en la posición de síntesis nos indica que, para trascender, debemos desapegarnos de todo lo conocido y dejar de proyectar hacia el futuro. Esta es la culminación de un mundo: una realidad que se nos revela. Debemos por tanto integrar las revelaciones para crear el proyecto de un nuevo mundo, no como hasta ahora lo hemos podido concebir o lo tenemos entendido, porque ya no está regido por los patrones del mundo como lo conocemos. El arcano XXI es el que nos toca vivir. Después del año 2020, de doble juicio (si nos fijamos en el arcano XX), el ángel viene con su trompeta anunciando que las tumbas se abren a una nueva conciencia. Este nuevo mundo al que hemos despertado es el que hay que asumir, integrar, construir. Es una conciencia incipiente, un final de ciclo de aprendizaje, que tenemos que enfrentar sin el juicio habitual, no pensar tanto lo que está bien o está mal, sino que simplemente es y nos permite avanzar colectivamente como sociedad.

Emperador

El Emperador, en la posición de conclusión, es la situación más concreta que tenemos. Estamos todavía bajo estructuras muy fijas, y si pensamos globalmente podemos vislumbrar el trascenderlas de una manera amorosa y sin juicios. Podemos llegar a identificar las estructuras, evaluarlas y ver hasta qué punto nos sirven. Como patrón masculino y sus valores, los del patriarcado, El Emperador está en declive. Pero el Estado aún nos está diciendo de padre, diciendo qué podemos y qué no podemos hacer. Lo que podemos es vivir estas estructuras desde otro sitio diferente a la rigidez y autoritarismo del Emperador. Sabemos que estas reglas y mandamientos se han de revisar, por tanto, podemos confiar más en la responsabilidad individual si nos asumimos como personas que están unidas entre sí.

De esta carta, también es interesante fijarse en los valores que podamos necesitar en esta nueva situación. El principio femenino de La Emperatriz es el de crear la vida, pero a través de El Emperador permanecemos en ella. El mundo que él gobierna es objetivo de su mirada, tiene el escudo protector en el suelo y está salvaguardando su ejército, sosteniéndose cinturón, en la zona abdominal donde están las pulsiones, las pasiones, la ira, la rabia y las emociones bajas en general. El Emperador es dueño de sí mismo, lo que le permite estar solo al frente de su ejército no porque sea el soldado más fuerte, adinerado o más inteligente, sino porque tiene las cualidades de servicio de los demás. Lo importante ahora no es tener muchas cualidades, sino que la que tengamos, sea grande o pequeña, la carguemos de una intención de servicio, sujetando nuestro cinturón: esto es autogobernándonos y no identificándonos con nuestras emociones (tampoco reprimiéndolas) pero siendo dueños y dueñas de ellas. Una actitud de fortaleza interna frente a algo externo, nos permitirá priorizar la actitud de contribuir a lo colectivo.

El Papa Colours of Tarot

En la carta central, la autoridad mundana de El Emperador, nos da paso a una autoridad más elevada, basada más en valores y sabiduría, que en el poder. Estamos frente a El Papa que, en la raíz, nos invita a hacer uso de un poder que no nos venga impuesto. La conclusión de esta tirada remite al Sumo Sacerdote y sus valores más elevados: a una sabiduría más elevada aplicada al mundo, de la que tenemos que ser intérpretes para formar un sistema de valores nuevo, más elevado. Hemos de canalizar como maestr@s a la vez que conservamos nuestra mirada de aprendiz, para vehicular al mundo una sabiduría suprema. El Papa hace aquí referencia a nuestra autoridad interna, es una autoridad en la creencia, mientras El Emperador es una autoridad en el mundo. Este es el cambio, que además nos avisa de tener cuidado con las creencias o con buscar las respuestas fuera.

Esta figura nos invita a buscar la respuesta en nuestra guía interior y a que desconfiemos de cualquier comunicación que, contrastada con nuestra intuición, nos chirríe. Cuidado con darle poder a guías, maestros o gurús de fuera. Ahora mismo nadie nos puede orientar mejor que nuestra guía interior. Este es el despertar de un maestro interno. Externamente podemos reconocer muchos maestro y enseñanzas, pero cuidado con los dogmatismos, la comunicación, los medios, porque a través de las creencias se nos puede introducir el miedo. Somos nosotros y nosotras quienes debemos decidir dónde depositar nuestro poder de creer. El Papa nos dice: cuidado con los falsos gurús, las fake news, o las fuentes de información. Sentid si viene de una fuente verdadera en el real sentido de la palabra, acompañada de valores supremos como el amor y la belleza, o por el contrario es una tentativa de manipulación de los aprendices que aparecen bajo su figura en esta carta. Conectemos pues con el maestro interior, siendo también aprendices a través de nuestra intuición para conectar con valores elevados, un poder interior espiritual, que quizá hasta ahora haya estado en manos ajenas. Todas las personas podemos ser la representación de Dios en la Tierra y dar voz a esos valores, siendo aprendices y maestros a la vez. La verdad viene del amor y cuando expresamos nuestra verdad, aunque no sea la verdad universal, si es la nuestra realmente, nuestra voz vendrá desde el corazón.

Noche de Reinas 2021

En resumen, para Cecilia este va a ser un año en que vamos a seguir la estela del anterior, no va a haber un cambio radical de la noche a la mañana, pero estos pequeños cambios a los que nos invitan las cartas empezarán como pequeños brotes. Poco a poco nos vamos a ir dando cuenta de que hemos estado siendo manipuladas, aunque haya sido con las mejores intenciones, sobre todo en nuestras libertades y poco a poco vamos a empezar a conectar con nuevas formas de verlo y sentirlo. Este nuevo ciclo de aprendizaje podría abrirnos al mundo aceptando que hay cosas que terminan y estructuras que han de caer para que empiece un mundo diferente con lo mismo que tenemos.

Para Saya, este año va a ser un año de desafíos, de contemplar con estupor un mundo nuevo que está por descubrir o reinventar. Es un año en el que tendrá un valor la individualidad y la propia verdad conjugada con una conciencia superior y colectiva, que no consiste en un pensamiento, solución o verdad únicas. El mundo en este año 2021, del arcano de El mundo, hay que descubrir y asomarse a un nuevo mundo renovado para crear otro mundo un poco diferente. No son las claves que nos han contado, hay que descubrir nuevas claves porque el juego es distinto al que pensábamos y tenemos que aportar un trocito de verdad y autenticidad para que este mundo integre una variedad y una polidimensionalidad que no se resume en una única fórmula.

Susanna ve que, en lo concreto, este no será un año en que la crisis se resuelva. En la tirada se combinan cartas muy bajas y muy altas. El Papa nos dice: ¡ojo que no tenemos referentes! ¡Ojo que no podemos confiar en los políticos, ni en lo que nos dicen los medios! Sino que tenemos que aprender a acostumbrarnos a buscar las verdades por nuestra cuenta, a distinguir lo verdadero de lo falso. La Papisa nos invita a usar esta sabiduría femenina que está oculta, a puertas de salir a la luz en las próximas décadas y nos anima a sacar lo femenino a la luz: nuestra autoestima, la autogestión, el amor incondicional, empezando por nosotros y nosotras mismas, aunque tengamos miedo.