Blanca Viñas
Blanca Viñas explora espacios ambiguos, frágiles e irreconocibles a través de la fotografía analógica. El carácter lúdico de la toma fotográfica mediante la incorporación del accidente y del azar a través de la imposición de normas y constricciones forman parte de su proceso de creación. Por ello, su obra especula sobre la relación espacio-tiempo, pone bajo sospecha las leyes de la gravedad y recupera la importancia del inconsciente. En definitiva, busca estimular miradas distintas -y, por lo tanto, críticas- sobre lo que acontece.
Su libro Tratado de fotografía desobediente nace con la intención de proponer otras formas de hacer fotografías sin voluntad de convencer a nadie. Es una respuesta a observaciones que ha ido escuchando durante muchos años “demasiado estético”, “te falta contenido”, “¿qué quieres contar?”, “el efecto no tiene que ser el protagonista, tiene que ser un elemento más”, “veo una rigidez formal en tu planteamiento fotográfico” o “a la abstracción ya llegarás cuando seas mayor”, apreciaciones que de alguna manera ponían en duda el proceso experimental como un valor en sí mismo.
Su libro es por tanto un antimanual, un inventario de procesos analógicos, rebeldes, libres y poco convencionales que plantea alternativas fotográficas. Propone metodologías anárquicas que cuestionan las limitaciones y las normas que se han impuesto dentro de esta disciplina. Encuadrar horizontes inclinados, usar carretes caducados, utilizar filtros de colores sin criterio, forzar entradas de luz o exponer la película más de una vez son algunas de las intervenciones que imposibilitan la existencia de esta imagen técnicamente perfecta y hermética que han aconsejado los manuales.