Extinción Arte

Eduard Escoffet
7 Feb 2023

Texto de la performance Extinción de Eduard Escoffet, que tuvo lugar el 2 de febrero de 2023 en Chiquita Room con la participación de la poeta Míriam Cano.

 

3, 2, 1

La Tierra ha vivido cinco acontecimientos de extinción masiva después de la gran explosión cámbrica de hace 539 millones de años. Estas extinciones se dieron al final de cada uno de los periodos Ordovícico, Devónico, Pérmico, Triásico y Cretácico. Ahora mismo nos acercamos en la sexta extinción masiva, la primera provocada por la especie humana.

Los expertos estiman que la Tierra tiene alrededor de 4.570 millones de años. Pero no fue hasta hace unos 70.000 años que, según Noam Chomsky, apareció en los humanos la capacidad genética para el lenguaje. En los últimos años, varias investigaciones señalan que el lenguaje humano, en cuanto a la parte melódica y la estructuración de fonemas, tiene un origen evolutivo común con el lenguaje de los pájaros; incluso se ha llegado a constatar que los mismos genes que posibilitan el habla humana posibilitan también el canto de las aves.

Pero bastante antes de la llegada del lenguaje y del homo sapiens, se produjo una aparición repentina (en términos geológicos) de organismos macroscópicos multicelulares. Es el que conocemos como explosión cámbrica. No hay consenso científico sobre las causas de este aumento de organismos, tampoco se sabe si realmente fue tan repentino como para denominarlo explosión. Lo que es seguro es que fue una explosión en cámara lenta: imaginaos un estallido que dura 20 millones de años. Un tiempo bastante largo como para que la Tierra viera aumentar el número y la diversidad de sus habitantes.

De las cinco extinciones masivas que se han dado desde entonces, la más devastadora fue la que se produjo al final del periodo Pérmico: 9 de cada 10 especies desaparecieron. Y esta extinción dio lugar en el periodo Triásico. Durante el periodo Pérmico se había formado Pangea, un gran supercontinente que daría más tarde, mucho más tarde, a los continentes actuales. Las partes interiores de esta gran extensión eran frescas y secas, la costa más cálida y húmeda. En su alrededor se extendía el gran océano Panthalassa, es decir, todos los mares en uno.

Durante el Pérmico la vida colonizó las tierras emergidas y el aumento de la temperatura permitió la diversificación de organismos. La vida vegetal se extendió y proporcionó una importante fuente de alimento para muchos animales terrestres. Al final del Pérmico, sin embargo, las condiciones se volvieron insostenibles para la mayoría de las formas de vida: aproximadamente el 95% de las especies marinas y el 70% de las terrestres desaparecieron en un periodo muy breve (geológicamente hablando, claro).

Se supone que los océanos se calentaron y que el metabolismo de los animales marinos se aceleró, razón por la cual necesitaban más oxígeno, y los océanos cálidos, precisamente, contienen menos oxígeno. Se desconoce el motivo de este calentamiento; actualmente hay tres hipótesis. Tampoco se sabe si fue repentino o este proceso duró algunos miles de años.

Como el resto de extinciones masivas que ha conocido nuestro planeta, marcó el final de un periodo y el inicio del siguiente.Después de la extinción que marcó el final del Pérmico, empezó el Triásico, el primero de los tres periodos que forman la era del Mesozoico. ¿Qué periodo empezará después de la sexta extinción masiva, la que se acerca irremediablemente?

La vida es una ley universal, pero estar vivo es la excepción. Solo tenemos una certeza: los muertos son mayoría y los vivos somos solo una minoría de los seres humanos que hemos habitado este planeta. Una pequeña anécdota que se pierde entre eras geológicas. Los descendentes de Noé que sobrevivieron al diluvio se organizaron para construir una torre que pudiera alcanzar al cielo. Yaveh los condenó a hablar diferentes lenguas, lo cual les impidió entenderse para hacer realidad el proyecto común. Actualmente, con un crecimiento anual de la población mundial de unos 90 millones de personas, la globalización amenaza la diversidad cultural y lingüística, pero sobre todo la vida misma: quizá la guerra por el agua y la mayoría de los recursos básicos marcará nuestra vida futura. La vida y los sueños se mueven entre el diluvio y la sequía. Y tanto la vida como los sueños son obstinados, sobreviven todos los silencios.