Como me pintes las cortinas te mato

Yannick Sanches acude a la idea de umbral, en clave de humor, para su propuesta en torno al arcano sin nombre, conocido como La muerte, cuyo significado se interpreta generalmente como cambio, mutación, transformación. Vistiendo la puerta de la galería con una cortina que se ha de atravesar para entrar y salir de la exposición, Yannick vuelca sobre ella su interés en el propio mundo creativo, partiendo de la posibilidad de que, tras la muerte física, se pueda “donar el cuerpo al arte”. Así, y con la ayuda de Eloise Edgington en la conceptualización, convierte su obra en esbozos de obras posibles, huyendo de dar como definitiva la propuesta y, en cambio, interpelando a los espectadores para dar, paradójicamente, nuevas capas y vida a la pieza. Para ello, rescata a los personajes de Nancy y Sluggo, creados por el caricaturista Ernie Bushmiller en los años 30, y así referencia irónica-mente distintos escenarios del arte contemporáneo. Durante los tres meses que dura la exposición, hace el ejercicio de llevar la pieza aún más allá y le confiere una nueva dimensión, proponiendo tatuar a las personas visitantes en la galería, para llevar algunos de sus diseños y darles nueva vida en sus cuerpos.

Dos cortinas de loneta de 122 x 388 cm cada una pintadas a mano con un rotulador.